¿Qué es smart TV? Es esa clase de televisor que entra en el universo smart, que incluye teléfonos, electrodomésticos y cualquier otro objeto conectado a internet. El smart TV puede conectarse a la red para acceder a todo el contenido disponible en línea. Algunos de ellos se comportan como si fueran una extensión de smartphones, tabletas u ordenadores, permitiendo el uso de aplicaciones, redes sociales y juegos. Relacionado ¿Cuánto ocupan los vídeos en Alta Definición?
¿Qué es smart TV?
Aclarado a grandes rasgos qué es un smart TV, describamos ahora cómo funciona. Para aprovechar el potencial de un smart TV la conectividad a internet es esencial, y se puede obtener a través de un cable Ethernet o una conexión wifi. Prácticamente todos los televisores inteligentes modernos adoptan ambos tipos de conexión. Sin embargo, también existen televisores con entrada Ethernet, pero sin funcionalidades smart. Por el contrario, la presencia de un módulo de conexión a la red wifi nos garantiza que el televisor es verdaderamente ‘inteligente’.
Para conectarse, simplemente hay que entrar en el menú de ajustes, buscar la sección Red o Network y configurar el acceso al wifidel hogar. Eso sí, las cadenas de televisión normales siempre estarán visibles, con o sin conexión a internet, como con cualquier otro aparato. Los televisores inteligentes se pueden controlar por voz, controles remotos o, en algunos modelos, incluso con gestos. Cuentan con un sistema operativo interno con el que se pueden instalar aplicaciones muy similares a las disponibles para Android e iOS.
El aspecto principal que define qué es smart TV es la conectividad. Aun así, las primeras características que se deben tener en cuenta antes de comprar son el tamaño y la resolución. El tamaño es un criterio subjetivo, mientras que el tipo de panel puede ser Led, Oled o Plasma. Por otro lado, existen varios estándares para la resolución. Los más comunes son HD Ready (1280 × 720 píxeles), Full HD o FHD (1920 × 1080 píxeles) y Ultra HD o UHD. Estos últimos están disponibles en 4K (3840 × 2160 píxeles) o 8K (7680 × 4320 píxeles).
Ventajas de un smart TV
Entender qué es smart TV y su potencial es fácil. Es como llevar directamente a la sala de estar la mayoría de los servicios accesibles desde ordenadores y smartphones. Con el añadido de poderlos disfrutar en una pantalla muy grande y de gran calidad. Un smart TV puede reproducir películas y vídeos en streaming. Tanto de forma gratuita, a través de las aplicaciones, por ejemplo, de RTVE o YouTube, como en plataformas de pago como Netflix, Amazon Prime Video, HBO, Orange TV y demás.
También podemos conectar a la tele una memoria USB o un disco duro para reproducir nuestros vídeos y música. O hacer lo mismo con el contenido de un ordenador conectado a la misma red del televisor, aprovechando el streaming DLNA (una comunicación interna entre dispositivos). Finalmente, en un smart TV también podemos circular por internet gracias a los navegadores integrados y mediante aplicaciones como Skype, Facebook o juegos como Angry Birds.
Otra ventaja de un smart TV es la posibilidad de grabar programas de televisión en una memoria USB o en un disco duro externo. De esta manera, los podremos ver con calma en otro momento. Y también ver los programas transmitidos en internet a través de IPTV, tanto con aplicaciones dedicadas como a través del navegador.
¿Cuánto tiempo de vida tiene un smart TV?
El principal problema de los televisores inteligentes tiene que ver con los sistemas operativos instalados. A menudo son muy limitados, están llenos de bugs y no son muy flexibles a los cambios tecnológicos. Un televisor normal suele durar más de cinco años. Un smart TV puede quedarse obsoleto y casi inutilizable después de solo dos años. Esto se debe a que el fabricante ya no actualiza el sistema operativo o el firmware. En ese caso, las aplicaciones de streaming más populares ya no serían compatibles. Ya no podríamos hacer nada ‘inteligente’ excepto navegar por internet o acceder al contenido compartido en la red a través de DLNA.
Este problema es muy evidente y debe tenerse en cuenta porque, a diferencia de un ordenador, no es posible actualizar los componentes internos de un televisor. Cuando las personas se preguntan qué es smart TV, deben comprender que es un producto tecnológico y, como tal, está sujeto a obsolescencia. Y bastante rápida, además.
Sin embargo, podemos minimizar el problema centrándonos en televisores con sistemas operativos constantemente actualizados durante el primer período. Es el caso de los modelos de Samsung, Sony y LG, por ejemplo. O apostar por el Android TV, es decir, televisores con el sistema operativo de Google y, por lo tanto, aptos para las aplicaciones normalmente disponibles para los smartphones. Esta opción garantiza la compatibilidad con sistemas más antiguos incluso después de tres años.
Cómo convertir un televisor convencional en ‘inteligente’
Si poseemos un TV Full HD Smart de primera generación, lo más probable es que ya estemos sufriendo los efectos de la obsolescencia en algunos servicios y aplicaciones. Si, por otro lado, tenemos un TV Full HD sin funcionalidad smart, podemos apostar por un dispositivo externo capaz de hacer que un televisor normal se vuelva ‘inteligente’.
Entre estos, las mejores opciones son Google Chromecast, Amazon Fire TV Stick o Microsoft Miracast. Son pequeños dispositivos que, conectados a la entrada HDMI del televisor, se conectan a la red wifi doméstica, obteniendo excelentes resultados en términos de multimedia y calidad de visualización. Todo por unas pocas decenas de euros y sin problemas de obsolescencia. En esta misma línea, pero un poco más cara, está la opción de Apple TV.
También un ordenador portátil o notebook, pequeño o grande, viejo o nuevo, puede ser muy útil cuando se conecta a un televisor de última generación. Al hacerlo, todo lo que aparece en el monitor del ordenador también se verá en la pantalla del televisor. Esto permite disfrutar de los diversos contenidos multimedia disponibles en la red o directamente en el disco duro. Y gozar de una calidad mucho más alta que la de la pequeña pantalla del ordenador.
El cable correcto
En términos generales, es posible conectar a un ordenador casi todos los modelos de televisores, incluso los más antiguos (de plasma, viejos LCD e incluso de tubo de rayos catódicos). Solo hay que conseguir el cable correcto. El High Definition Multimedia Interface, o HDMI, es la conexión más popular y también la que ofrece la mejor calidad (junto con el DisplayPort, que aún no está muy extendido en los televisores).
Prácticamente todos los televisores modernos tienen una o más entradas HDMI y cada vez más ordenadores portátiles adoptan esta conexión. Este cable transporta digitalmente el vídeo y sonido, por lo que no es necesario contar con un cable separado para el audio. Dependiendo de las salidas/entradas disponibles en ordenadores y televisores, se pueden requerir otros tipos de cables. En particular, y según la antigüedad del dispositivo: DVI, VGA, S-Video, Composite/RCA.
Una vez entendido qué es smart TV, debemos evaluar todas estas variables antes de comprar. Los televisores inteligentes tienen un enorme potencial, pero algunos límites técnicos bastante frustrantes, que pueden hacer que te arrepientas de la compra después de unos años o incluso meses.
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